Debido al volumen de tráfico que sufren las calles Fonteculler, O Burgo o Vilaboa, se pondrá en marcha el primer test de esta iniciativa en la avenida Fonteculler, a la altura del semáforo del colegio Ponte Pasaxe.
El carril exclusivo tendrá una longitud de 50 metros y una anchura de 1,30 m, y llevará a las motos directamente a la zona adelantada del semáforo, sin quedar bloqueados por el resto de vehículos que les obliga a zigzaguear.
José Ramón Rioboo, responsable de Mobilidad del Concello, ha explicado que esta experiencia piloto ya funciona en otras localidades de Galicia, y trata de “testar si con este sistema se logra mejorar la seguridad, tanto de peatones como de automovilistas, así como lograr una mayor fluidez en el tráfico”.
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