Piaggio ha comunicado al comité de empresa que las ayudas del Gobierno catalán para permitir la continuidad de la fábrica de Derbi en Martorelles son "insuficientes" y que su futuro deberá venir de fuera del grupo italiano, han informado fuentes sindicales.
Con todo, pese a que los sindicatos señalan que el Govern ha ofrecido a Piaggio el máximo apoyo que permite la ley respecto a ayudas públicas, la multinacional de motocicletas cree que este apoyo (que cubre el 25% de la inversión total) no le permite seguir funcionando en Barcelona. Se trata de ayudas a la formación de la plantilla para el nuevo trabajo, así como subvenciones y financiación para la reforma de la planta y la adquisición de la nueva maquinaria requerida, entre otros.
Fuentes de la Generalitat han explicado que representantes del Govern se reunirán esta semana o la próxima con el comité de empresa de Derbi por un lado y con la empresa por otro para tratar la nueva situación y ver posibilidades de futuro. Pero a nadie se le escapa que el gobierno autonómico, en medio de una vorágine de recortes económicos, no puede (ni quiere) hacerse cargo de toda la financiación necesaria para asegurar los puestos de trabajo. De todos modos, las mismas fuentes han destacado que hasta ahora el Ejecutivo catalán ha trabajado mucho por la continuidad de Derbi y que lo seguirá haciendo para conseguir "la continuidad laboral e industrial" de la planta.
Desde los sindicatos se considera que la nueva postura de Piaggio es "un chantaje y una excusa" para hacer lo que quería desde un principio: cerrar la planta catalana. Piaggio se había comprometido en diciembre a no cerrar la fábrica y a darle continuidad dentro del marco de la propia actividad del grupo más allá de junio de 2012, la fecha límite que la multinacional se había fijado para cerrar la factoría.
La factoría catalana ha permanecido cerrada casi un mes y medio (del 1 de diciembre de 2011 al 12 de enero de este año) debido a un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal que afectó a toda la plantilla para hacer frente al descenso de producción debido a la caída del mercado.
Además, desde enero ha empezado la deslocalización de la producción actual, de forma que la empresa ya ha deslocalizado casi 5.000 unidades de las 17.000 previstas, según datos del comité de empresa.