El sencillo sistema de inducción forzada aporta un incremento de potencia más próximo al de un sistema de canalización de aire forzado por la velocidad como el ram-air que al de un turbo. Con el `Drum-Charger´ se puede incrementar la presión de los gases de admisión del cilindro en hasta 0,5- 0,6 bares, un 15-25% más que un motor atmosférico al uso. Y a diferencia del ram-air lo hace desde parado.

Su simplicidad lo convierte en un accesorio ideal para acoplar a cualquier tipo de motocicleta independientemente de su cilindrada. En lugar de una turbina de álabes (de ángulo variable o fijo) que gira a estratosféricas revoluciones y que tiene que soportar las altas temperaturas de los gases en el colector de escape, el Drum-Charger recurre a una simple membrana móvil. Cuando los gases de escape pasan por la membrana presionan a la misma contra la pared y comprime el aire en el conducto de admisión. ¡Simple y eficiente!

Teniendo en cuenta la actual lucha de los fabricantes por mantener sus motores al día en cuanto a las nuevas normas anticontaminantes de la UE, no sería de extrañar que un sistema similar se colara en el diseño de alguno de los motores de las grandes marcas. Especialmente en aquellos de menor cilindrada, donde un costoso turbo no es visto como una solución económicamente viable. Claro que otros fabricantes han optado por sistemas técnicamente menos complejos, como MV Agusta (Brutale 800RR) que incrementa la presión interna duplicando el sistema de inyectores por cilindro. Una medida técnica y económicamente mucho más abordable.

El sistema Drum-Charger tiene su principal inconveniente en el gran tamaño de la caja de compresión, y en un aspecto de aspiradora nada atractivo. Pero ahí queda la idea como nuevo método alternativo a los turbo tradicionales.

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