De momento se trata de un proyecto experimental, en el que un modelo de la compañía alemana incorpora el nuevo prototipo de faros adaptativos que pueden ajustar el haz lumínico al extremo de proyectar ayudas visuales sobre la calzada.

Ayudas como un paso de cebra improvisado, para alertar de la posibilidad de cruzar sin peligro a los peatones, o señales de STOP que indican al conductor que se acerca a una intersección peligrosa y debe detener el vehículo.

El sistema Digital Light cuenta con dos millones de píxeles que con la ayuda de algoritmos y sensores, analizan el entorno del vehículo. La utilidad más patente es la de oscurecer una parte del haz para no deslumbrar a los vehículos que circulan en dirección contraria, o para no cegar a un ciclista.

Pero Mercedes quiere llevar la tecnología más allá explorando nuevos territorios, y con la ayuda de algoritmos y sensores que exploran el entorno del vehículo, ajustar el brillo individual según cada escenario.

Proyectar imágenes en la carretera ayudaría al conductor y a los demás usuarios de la vía (motoristas incluidos), a conocer las intenciones inmediatas del usuarios del vehículo, facilitando la predicción de su próximo movimiento. O la proyección de dos tiras lumínicas que informan del ancho exacto del vehículo, con lo que el conductor tiene más fácil saber si pasará o no pasará por un estrechamiento.

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