El altercado posterior dice mucho de la condición de la mujer en México. Tras el incidente de tráfico ocurrido a 150 km de la Cidudad de México, la senadora se levantó y reclamó el golpe. Esto desencadenó una discusión, cuatro individuos que viajaban en el Dodge Voyager con matrícula MMU-84-73, bajaron del vehículo y comenzaron a golpearla en las costillas y en la cabeza.
Y es que en México “las motocicletas no son para las mujeres”, ellas deben ir atrás, en el asiento del copiloto abrazando por la cintura a su poderoso macho. Nacieron para ocupar dicho lugar y resulta aberrante ver a una mujer conducir una motocicleta.
Este artículo de opinión en El Universal nos muestra el machismo imperante en México.