En 2016 el descenso ha sido ligeramente superior del 0,6%, y ha coincidido con la recuperación del tráfico en dichas vías y con el hecho de que el Estado tiene que asumir la gestión de nueve de ellas tras la quiebra de las sociedades que las gestionaban.
El tráfico se ha incrementado una media del 5,7% hasta los 18.762 vehículos diarios en los 2.250 kilómetros de autopistas de peaje españolas. Una cifra alentadora pero que dista aún de los 23.255 vehículos diarios que se anotó en el máximo de 2002, cuando la red de carreteras de pago contaba con la mita de extensión que la actual.
En las nueve vías en quiebra el tráfico se ha incrementado un 7% de media, siendo especialmente notable el incremento del 15,3% de la R-5 Madrid-Navalcarnero, aunque con crecimientos más modesto del 3,1 % en la AP-36 entre Ocaña y La Roda. El resto de autopistas quebradas son las radiales madrileñas, 2, 3 y 4, la M-12 (Eje Aeropuerto de Barajas), la AP-41 Madrid-Toledo, la Circunvalación de Valencia y la Cartagena-Vera (Aucosta).
La nacionalización de las autopistas de peaje en quiebra puede costar al Estado 5.500 millones de euros, ya que Fomento ve muy difícil un acuerdo con los bancos acreedores para rescatar las infraestructuras. Si continúa la recuperación del tráfico en dichas vías, el Estado podrá recuperar el importe de los préstamos e incluso ganar dinero en el largo plazo.
Fuente