A parte de las diversas campañas de concienciación y la amenaza constante de las multas, el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la DGT americana (NHTSA) junto con los fabricantes de vehículos se plantean implementar sistemas que impidan la utilización del vehículo si se ha ingerido sustancias prohibidas.

“Los accidentes por conducir ebrio no son un accidente, son 100% evitables. Todo se concentra en un factor humano predecible, por lo que puede ser evitado”, comentó Dr. Mark Rosekind, director de la NHTSA. “Con la ayuda de nuestros socios de seguridad estamos diseñando un camino tecnológico donde no sea posible la conducción en estado de embriaguez”.

La tecnología DADSS podría llegar a impedir la conducción ebria al incorporar sistemas de medición del alcohol en sangre (o en el aliento) en todos los vehículos. DADSS nace de una asociación público-privada entre el Gobierno y los principales fabricantes de vehículos del mundo.

Dos tipos de sensores analizarán al conductor para verificar si ha bebido

Uno de los sensores mide el alcohol en el aire espirado y estará situado encima del volante y no necesita que el conductor espire por un tubo.

Un segundo sensor fotosensible se localiza en el botón de arranque del automóvil, y es capaz de detectar el alcohol en sangre con tan solo poner el dedo sobre el mismo.

El DADSS será un sistema opcional en una primera fase de implantación por parte de la industria de la automoción, para luego pasar a ser obligatorio con la evolución de la legislación actual en Estados Unidos.

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