La glorieta que entró en funcionamiento a finales de enero tendrá que soportar el tráfico de los 12.000 vehículos diarios de la carretera nacional, de los cuales unos 300 entran diariamente a la población.
Esta rotonda supone una solución provisional a la espera del inicio de las obras del tramo de la A-22 entre Huesca y Siétamo, unos tramos que aún esperan su dotación presupuestaria.
Mientras queda por dilucidar la situación de los dos radares fijos que hay actualmente en la zona y que con la nueva rotonda deberán ser situados. El radar de Estrecho Quinto de la N-240 es el que impone más multas en España. Concretamente 33.734 multas en 2016, según el estudio elaborado por Automovilistas Europeos Asociados.
Probablemente se sitúen entre la autovía de Lérida y la carretera nacional, tramo en el que los vehículos deben decelerar hasta los 90 km/h.
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