El modelo elegido para la aventura es la Honda CRF 1000L equipada con el motor Unicam refrigerado por líquido de 998 cc que proporciona 94 CV @ 7.500 rpm y 98 Nm @ 6.000 rpm a nivel del mar. Pero los intrépidos pilotos lo han tenido que exprimir en condiciones de muy baja presión atmosférica y muy poco oxígeno.
En esas circunstancias, al motor le cuesta tanto esfuerzo la subida como a un humano sin máscara de oxígeno. Eso lo sabe bien Fabio Mossini, campeón de enduro de Sudamérica con Honda, que necesitó cinco días para aclimatarse a la altitud.
El equipo de cinco miembros estaba compuesto Salvo Pennisi, el jefe de pruebas de Metzeler, Carlo Fiorani, el jefe de comunicaciones de carrera de Honda, los periodistas Francesco Catanese y Karsten Schwers y el ex campeón de enduro antes citado, Fabio Mossini.
Las cinco Honda también han sido “aclimatadas” dotándolas de escapes Termignoni, piñones finales revisados y neumáticos Metzeler MC360. El equipo internacional de pilotos logró trepar desde el nivel del mar hasta la cima en tan solo 24 horas, a pesar de encontrar muros de nieve y hielo que en algunos puntos superaban los 2 metros de altura.
Grava, barro, arena y temperaturas constantes de 5 grados bajo cero, pusieron la ascensión al récord realmente difícil.
A pesar de todo, el equipo ha logrado batir tres récords mundiales: de cero a 5.900 metros sobre el nivel del mar en menos de 24 horas; la altitud máxima que alcanza una motocicleta de dos cilindros (5.960 metros) y la altitud máxima que alcanza una motocicleta en menos de 24 horas (5.977 metros).