Con esta nueva orientación se pretende fomentar la adquisición de vehículos alternativos y de las infraestructuras necesarias, en lugar de apoyar la simple renovación del parque de vehículos con motores de combustión de las ocho ediciones anteriores del PIVE.
Desde el sector de la automoción se considera que la partida de 50 millones de euros es demasiado reducida (contaban con 200 M€) y presionan para que la cuantía suba en los nuevos PGE del 2018 que comenzarán a negociarse en el mes de septiembre.
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