El plan de la Generalitat ha sido comunicado por el conceller de Territori y Sostenibilidad, Josep Rull al ministro de Fomento, Iñigo de la Serna. La idea pasa por unificar todas las autopistas de peaje, tantos las que dependen de la propia Generalitat como las que dependen de las restantes concesionarias. Con este fin se ha creado un grupo de trabajo en el que participan las propias empresas concesionarias, agentes sociales y administraciones locales.
Como decíamos, el objetivo último es implantar la `euroviñeta´ en una prueba piloto en Cataluña, para posteriormente extender el modelo a otras regiones de España. Y esto tiene que ser así para que no se establezcan agravios comparativos entre las diferentes comunidades autónomas.
Quizá en parte sea por eso que Íñigo de la Serna se muestre partidario de continuar con la visión de Ana Pastor, que pretendía esperar a que las concesiones vayan venciendo gradualmente con el fin de convertir las autopistas en gratuitas.
El problema de importar el modelo de la `euroviñeta´ que en Europa cobra a los usuarios en función del tipo de vehículo, es que en Cataluña se conseguiría un precio por uso más ajustado, pero en el resto de España sería demasiado costoso y podría llevar al fracaso.
Si se espera a que venzan las concesiones, en 2019 la de la AP-7 entre Tarragona y Alicante, y en 2021 entre Tarragona y la frontera francesa, podrían quedar libres al tránsito de todos los catalanes y valencianos 650 km de autovía. Esto obligaría a la AP-1 a ser también de libre acceso y la `euroviñeta´ tan deseada por las concesionarias dejaría de tener futuro en España.
Fuente