El sistema de iluminación dinámica actúa en una disposición de 360º en torno al vehículo, cambiando de iluminación en tiempo real en función de la velocidad o del ángulo de inclinación de la motocicleta.
Mediante el nuevo sistema se facilita la visibilidad al cambiar de sentido o realizar una frenada de emergencia, especialmente útil cuando el que circula inmediatamente tras nosotros no guarda la distancia de seguridad requerida.
El funcionamiento está controlado mediante dos centralitas: una de ellas se encarga de controlar la velocidad, potencia de frenada y ángulo de inclinación a través de diversos sensores; mientras que la segunda (Neighbouring Vehicle State Computation Unit) escanea en todo momento lo que ocurre alrededor del vehículo con el fin de realizar avisos luminosos al resto de conductores.
El faro principal también adapta su potencia y alcance en función de la velocidad, mientras que los retrovisores cuentan con LED integrados para iluminar mejor el interior de las curvas, algo a lo que contribuyen los led situados a los lados del depósito. Estos últimos también sirven de indicadores visibles desde el lateral, que se encienden y parpadean a la par que los intermitentes.
El piloto rojo posterior incrementa sus funciones con una gran “X” que proyecta sobre el asfalto para indicar la zona que no se debe rebasar para evitar un accidente por alcance. Si el sistema perimetral detecta que un vehículo está demasiado cerca, se proyecta una línea roja que parpadea para avisar de la situación de peligro. De marcar esta zona de seguridad también se encargan los cuatro intermitentes laterales que marcan líneas naranjas sobre el asfalto.
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