La idea proviene de la start-up OtoSense que colabora en el desarrollo de software para dotar a los coches de su propio sentido del oído. Esto permitiría a los vehículos autodiagnosticarse en busca de posibles averías, antes de que la misma se convierta en algo demasiado costoso o peligroso para la seguridad vial.
El oído biónico también permitiría detectar a los servicios de emergencia que no emitan otro tipo de señales o identificar la calidad de la carretera sobre la que circula (asfalto, cemento, gravilla, tierra) pero también si la carretera esta helada, con nieve o hielo.
En lugar de recurrir a simples micrófonos, se utilizaría todo el parabrisas delantero como especie de “tímpano” que mediante la incorporación de acelerómetros detecta ruidos con gran precisión. Otra opción es recurrir a un motón de micrófonos que se pueden incorporar de forma barata.
El sistema de OtoSense es capaz de aprender e identificar determinado tipo de sonidos. En colaboración con el grupo PSA (Peugeot – Citroën) se están probando una gran cantidad de sonidos que indican avería. El sistema grava el sonido del automóvil del usuario cuando funciona correctamente y es capaz de detectar averías con un 95% de precisión en caso de que se detecte cualquier subido, chirrido o vibración.
Fuente: MIT