La velocidad adecuada a la vía, especialmente en los centros urbanos, es fundamental a la hora de evitar colisiones (a menor velocidad el vehículo frena de forma más segura y el conductor puede reaccionar a tiempo evitado choque imprevistos). La velocidad también influye enormemente en el daño causado. Especialmente cuando hablamos de atropellos a los usuarios más vulnerables de la vía, los peatones, ciclistas y motoristas.
La campaña #SlowDow parte de un plan para reducir las muertes en carretera un 50% antes de 2020 mediante límites de velocidad más bajos. Por ejemplo, hacen falta unos 14 metros para realizar una frenada de emergencia a 30 km/h, con solo subir 10 km/h hasta los 40 km/h ya son necesarios 20 metros y 27 m si la velocidad es de 50 km/h. El doble de distancia de frenado a pesar de que el incremento de velocidad ha sido tan solo un 66% superior.
Fuente: United Nations