Gracias a la nueva fábrica de Tailandia, Harley-Davidson podrá evitar el arancel del 60% a los modelos importados. Sin embargo, este noticia se produce poco tiempo después del anuncio de recorte de la plantilla en su fábrica de York en Pensilvania, que dejará 118 trabajadores sin empleo.
Esto ha despertado el recelo del sindicato de trabajadores United Steelworkers (USW) que representa a 850.000 trabajadores de la compañía en los Estados Unidos, por considerar que dicha fábrica es una bofetada a la fuerza laboral nacional. Reclamando que se abandone la producción en el extranjero y se concentre en tierras estadounidenses.
Sin embargo Mar McAllister, director general de ventas de Harley comentó para el NY Times, que “se trata de hacer negocio en Asia, esto no tienen nada que ver con los empleos en los Estados Unidos”.
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