La Comisión Europea entiende que con la aplicación masiva de las tecnologías actualmente en mercado se podría disminuir notablemente el número de muertes en carretera, que en 2016 supusieron 25.500.
En febrero se realizó la petición oficial por parte de ocho ministros de transporte comunitarios para que se evaluara la obligatoriedad de alguno de estos sistemas activos en los vehículos. Una revisión que se ve imprescindible desde que en 2009 no se haya vuelto a tratar este tema tan importante con la inclusión de los ya universales ABS, ESP, Airbags.
Se espera una resolución para finales de año, que podría entrar en vigor en 2018 – 2019.
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