O al menos así lo consideran en la India, cuando Om Singh Rathore perdió el control de la moto y su propia vida el 2 de diciembre de 1991. Según cuenta la leyenda, la policía retiró la moto del lugar del accidente, trasladándola a la comisaría, pero a la mañana siguiente volvió a aparecer en el lugar del siniestro.
Los policías volvieron a llevársela, vaciaron el depósito de combustible y la aseguraron con cadenas. Pero nada de eso impidió que la fantasmal motocicleta volviera a desplazarse sola hasta el lugar del accidente.
Todos los habitantes de la localidad consideraron que era un hecho milagroso, y construyeron un templo en torno al lugar del accidente con la siempre fiel Royal Enfield Bullet en el altar para su adoración. Al lugar se le ha denominado Om Banna, en memoria del motero indio que perdió la vida hace ahora 25 años.
Fuente
Foto inferior: El motero Om Singh Rathore / foto JaiRajputana