Aunque este jueves deberá pasar una revisión por parte de los médicos del circuito de Mugello, para que Il Dottore pueda recibir el “alta médica” definitiva, que asegura que el traumatismo abdominal y torácico que padece ya no supone un peligro añadido. Por suerte no sufrió ninguna fractura, tan solo lesiones leves en el hígado y el riñón, y la hospitalización obedece más a mantenerlo en observación que a una necesidad física.
Valentino Rossi lo ve así: “El dolor en el pecho y el abdomen lo sigo teniendo, pero por suerte un poco menos cada día así que puedo afrontar positivamente la carrera de Mugello". El deseo de estar al 100% este fin de semana es el mejor tratamiento, "estoy trabajando duro para estar recuperado lo antes posible. Sé que no va a ser un GP fácil, pero voy a darlo todo".
El Autodromo de Mugello es la pista talismán del Rossi, un Valentino al que siempre le motiva correr en casa, no en vano en el circuito ha logrado siete victorias y tres podios de MotoGP, más una victoria en 250 cc y otra en 125 cc. Además, quiere quitarse la espinita del año pasado, cuando los problemas mecánicos le obligaron a retirarse.