La DGT se ha visto obligada a crear campañas específicas con el fin de concienciar a los moteros canarios de los riesgos a los que se enfrentan. Aunque parte del incremento de la siniestralidad cabe achacarlo a un parque móvil de dos ruedas en continuo crecimiento. La matriculación de motocicletas ha crecido un 16% en solo dos años, pasando de 50.000 en 2014 a 58.000 en 2016.
En la provincia de Canarias el mayor número de muertes en carretera es para los motoristas, en contraste con el resto de la geografía española en la que son los conductores de automóviles. De 2014 a 2016 han muerto 26 personas en las carreteras tinerfeñas, y 23 de ellos eran motoristas. La mayoría murieron por colisión o alcance con otro vehículo.
El comportamiento del conductor es fundamental a la hora de frenar esta lacra, evitando conductas de riesgo y no tomando alcohol ni drogas antes de coger la moto. El correcto uso del caso y respetar los límites de velocidad, es prioritario si se desea revertir la situación.
Por todo ello, se anuncian campañas específicas de control de alcohol y drogas, de la documentación, de la vigencia de la ITV y de las condiciones generales de la moto.
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