Su aplicación permitirá reducir el impacto de las emisiones contaminantes de los motores diésel y gasolina. En especial, la de aquellos de mayor antigüedad. Se trata de un pliego de 33 acciones específicas a aplicar en el sector de la movilidad y el medio ambiente.
La parte más polémica serán las restricciones a la circulación en las rondas y en el centro de las ciudades. Restricciones que afectarán fundamentalmente a los automóviles sin distinción de la DGT [Grupo A, matriculados antes del año 2000 (gasolina) y 2006 (diésel)].
La medida se adoptará a partir del 1 de diciembre de este mismo año, pero solo en momentos de alerta por alta concentración de dióxido de nitrógeno o micro-partículas.
Los vehículos no tenga la etiqueta de la Dirección General de Tráfico tendrá prohibida la circulación entre las 7.00 y las 20.00 horas en todo el ámbito de Barcelona, con la excepción de la Zona Franca, Vallvidrera y las Planes. Los vehículos de personas con movilidad reducida y de los servicios de emergencias y médicos y funerarios estarán exentos de estas restricciones, mientras que las motos, los camiones, los autobuses y las furgonetas con certificados de emisión de CO2 Euro 1, Euro 2 o Euro 3 tendrán un periodo de carencia en la fase inicial de aplicación.
También se implantarán zonas de bajas emisiones denominadas ZBE, imitando a las puestas en marcha en Londres, en los que los vehículos que circulen por ellas tendrán que adaptarse a nuevas normas en función de su nivel de contaminación. La medidas en zonas ZBE no será de aplicación durante las mañanas, para facilitar las labores de reparto.
Tras el periodo de gracia de dos años, en el que los ciudadanos podrán adaptarse a las nuevas normas, se incrementarán las restricciones a partir de 2020 impidiendo que los vehículos más contaminantes puedan acceder de forma permanente a las zonas ZBE.
Más información en la Web de Calidad del Aire.
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