Bosch junto con Tom Tom quieren mapear el tráfico en todo momento con centímetros de precisión para facilitar la implantación del vehículo autónomo. De este modo no solo se reduce el volumen de datos que se envía a la nube, que en el caso del vídeo es muy complejo, sino que se permite localizar a los vehículos de la vía con una precisión sin precedentes.
"La identificación mediante radar es un hito en el camino hacia la conducción automatizada. Permitirá que los vehículos automatizados determinen de manera fiable su ubicación en todo momento", dice el consejero de Bosch, Dr. Dirk Hoheisel.
El CEO de TomTom, Harold Goddijn, declaró: "La firma del radar es un hito en el camino hacia la conducción automatizada. Permitirá que los vehículos automatizados determinen con fiabilidad su ubicación en todo momento”.
El sistema de radar de 77 gigahercios tiene un alcance de hasta 250 metros, lo que supera el radio de acción de la detección mediante cámaras de vídeo (100 m), y todo ello reduciendo el volumen de datos que hay que subir a la nube.
La tecnología de radar ya se utiliza en los vehículos semi-autónomos, sirviendo como sensores de entorno para los módulos de control de crucero adaptativos o a la frenada automática de emergencia. Por ello solo necesitarán una pequeña adaptación para su nueva función, trasmitiendo a la nube 5 kilobytes de datos por kilómetro. Un volumen de información dos veces menor que el de las cámaras de vídeo.
Antes de 2020, los primeros vehículos con “radar road signature” proporcionarán datos para establecer un mapa de carreteras basado en datos de radar en Europa y Estados Unidos.
Un millón de vehículos mantendrán actualizado el mapa
Los mapas de alta resolución son imprescindibles para la conducción autónoma y su nivel de detalle y precisión son muy superiores a los que puede ofrecer los dispositivos de navegación de hoy en día. “Nuestra actual previsión es que necesitaremos flotas de alrededor de un millón de vehículos circulando por las autopistas de Europa, Norteamérica y Asia-Pacífico para mantener nuestro mapa de alta resolución al día”, dice Hoheisel.
Los mapas de alta resolución se componen de tres capas superpuestas:
Capa de localización: un vehículo automatizado puede determinar su posición en un carril mediante el uso de una capa de localización que incluya el “radar road signature” de Bosch más un mapa de localización de vídeo adicional. El dispositivo de navegación compara la información de los objetos que encuentra a su paso utilizando la información correspondiente de la capa de localización. De esta manera, el vehículo puede determinar su posición con respecto a estos objetos.
Capa de planificación: Es utilizada para calcular maniobras durante la conducción automatizada (planificación de la trayectoria a seguir). La capa de planificación también contiene información sobre el trazado de la carretera, señales de tráfico y límites de velocidad, así como curvas y peraltes. Un vehículo automatizado puede utilizar la capa de planificación, por ejemplo, para decidir cuándo debe cambiar de carril.
Capa dinámica: El tráfico cambia a cada instante, por ello la información sobre cualquier situación novedosa como atascos de tráfico, obras en la calzada y otros peligros, es guardada en dicha capa.