La funeraria no se ha opuesto a cumplir con los deseos del anciano motorista, al fin y al cabo Heintzelman, dispone de tres motocicletas fúnebres en su flota.
El sidecar de su propia Harley servirá para el velorio de aquel veterano soldador de Bethlehem Steel, un motero de toda la vida que vivía para su Harley.
El motorista de Pensylvania (Estados Unidos) cumplió el sueño de realizar su último viaje en moto.
¡Que descanse en paz!
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