A diferencia del problema detectado en 2014, que hacía referencia únicamente a las suspensiones controladas electrónicamente, el fallo actual se encuentra en los tubos fijos de la horquilla en los modelos R1200GS y R1200GS Adventure, que podrían resultar dañados en momentos de alto estrés como al sobrepasar un obstáculo, en la caída tras un salto o al atravesar un bache.
Se puede comprobar si la horquilla ha resultado dañada, si se aprecia separación entre el tubo y los tapones de sellado superior prensados, también puede llegar a aparecer daños en la rueda delantera.
El fallo podría afectar a 150.000 unidades, por lo que su comprobación y sustitución supone un gran reto para la marca germana. Puesto que la avería solo ocurre con un uso extremo, BMW Motorrad solo reparará aquellas horquillas que presenten signos evidentes de deformación, como una fisura en el tubo.
Se puede consultar más información sobre la avería en la web que se ha creado para este fin por los propietarios afectados:
http://bmwfatalflaw.com
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