Estamos ante el mayor incremento de siniestralidad desde 1998, que se ha visto disparado especialmente por el creciente número de accidentes en vías urbanas. La siniestralidad urbana creció un 18% en un contexto en el que los políticos se centran en recaudar en lugar de en políticas de seguridad vial, según denuncia Francisco Canes, presidente de la asociación de víctimas DIA.
Aunque desde la fundación PONS apuntan como probable causa del incremento un diseño de las ciudades pensado para el uso del automóvil en los años 70, y que ahora lo están compartiendo con motoristas, ciclistas y peatones por igual.
Desde Tráfico achacan el repunte de muertes al incremento del parque de vehículos que creció un 2,2% el pasado año, y a la creciente movilidad que lo hizo en un 5%.
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