El gigante ruso del petróleo y el gas, Black Ocean Group, hace así una incursión en el mundo de las dos ruedas. Aunque en realidad solo aportan el capital, como el otro el inversor minoritario, ComStar Ivest.

El 100% de las acciones quedan ahora en manos de MV Agusta Motorholding. Algo muy del gusto de la familia Giovanni Castiglioni, que siempre ha buscado mantener el concepto puro de fabricante italiano en manos italianas, y todo bajo su control.

Tras cambiar de propietario en cinco ocasiones en los últimos 26 años, queda por dilucidar si conseguirá estabilizarse económicamente con su nueva orientación comercial encaminada a lanzar series limitadas y muy exclusivas bajo la denominación RC.

Un desafio complicado pues el año pasado volvió a despertar las alarmas al descubrirse una deuda de 40 millones de euros. Aunque han conseguido revertirla en parte, su gama comienza a pedir una renovación para seguir siendo competitiva y eso exige una fuerte inversión. Especialmente en el segmento del mercado en el que están implantados, que demandan motos exclusivas con tecnología de vanguardia.

Fuente: MV Agusta