Aunque el par motor que ofrecen los motores de 2T sigue siendo más pobre que la de los motores 4T, la economía de utilización y la ecología ya no son un problema. Un motor de 2T tradicional tira por el escape el 30% de la mezcla de gasolina y aceite inyectada en el cilindro, pero KTM ha logrado reducir drásticamente el consumo de carburante y aceite. La mezcla de gasolina y aceite pasa de una relación 80 a 1 a otra de 110:1, o lo que es lo mismo, 110 partes de gasolina por cada parte de aceite. Y, lo más importante, ha eliminado la temida expulsión de combustible en el tubo de escape, lo que impedía lograr la homologación Euro 4.
KTM ha evolucionado así las mecánicas de 2T para cumplir con las más exigentes normas anticontaminación y poder seguir ofreciendo motos potentes, sencillas y ligeras para sus clientes.
El secreto parece estar en la entrada de aire a presión procedente del cárter y el uso de dos inyectores de combustible TPI:
El aire entra a través de una válvula unidireccional y se comprime ligeramente en el cárter cuando el pistón desciende. Cuando el borde superior del pistón deja al descubierto los conductos de transferencia que unen el cárter con la cámara de combustión, el aire ligeramente comprimido del cárter entra en la cámara con una turbulencia que ayuda a desalojar de forma eficaz los gases de escape. Dos inyectores de combustible entran entonces en escena rociando el resto del aire que al pasar a gran velocidad dispersa las gotitas de combustible para lograr una mezcla más homogénea y una mejor combustión.
En definitiva, el nuevo sistema de doble inyector TPI y conductos de transferencia evita la salida de combustible por el escape, limitando el consumo y la emisión de sustancias altamente contaminantes.
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