El programa aprobado por el Gobierno catalán sigue las directrices marcadas por el Plan de Seguridad Vial 2017-2019. Las acciones serán ejecutadas por la Comisión Catalana de Tráfico y Seguridad Vial (CCTSV).
Se trata de afrontar seis objetivos que se consideran estratégicos para la reducción de la siniestralidad. Comenzando por la adopción de nuevas medidas para las conductas reincidentes, análisis de accidentes, en especial de los colectivos más vulnerables, y hacer un mayor seguimiento mediante controles de tramo.
Entre los objetivos estratégicos también se prevé implementar protocolos de gestión de la movilidad, y procedimientos de restricción del tráfico medioambientales. Se actualizará el EuroRAP y el proyecto Medtis de la Comisión Europea.
Entre los puntos clave se cuenta la mejora del Servicio de Información y Atención a las Víctimas de Tráfico (Siavt), o el desarrollo del Centro de Información Vial de Catalunya (Civicat), la Cátedra de Seguridad Vial de Motocicletas, o el sello AEQ (Autoescuela de Calidad).
En ese mismo sentido se habilitarán formadores de seguridad vial en línea que estarán a disposición de los profesores de primaria y secundaria, y se pondrán en marcha prácticas de seguridad vial con bicicletas y ciclomotores en colaboración con los ayuntamientos.
Los ayuntamientos también serán el foco en los nuevos planes de seguridad vial local, que establecerán convenios de colaboración para la redacción de trabajos técnicos.
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