Ambos sospechosos alertaron a la Guardia Civil cuando circulaban de noche sin luces y sin casco por la N-340. Los agentes procedieron a darles el alto, momento en el cual apreciaron una conducta temeraria por parte de los motoristas.
Tras perseguirle durante varios kilómetros, la patrulla de la Guardia Civil consiguió detener una de las motocicletas, que no dudó en arrojar la moto contra los agentes, causándole lesiones y aprovechando para huir.
Investigaciones posteriores lograron la detención de los dos delincuentes.
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