El reto de reducir a cero los casi 26.000 fallecidos en carretera de la Unión Europea requiere un ataque desde varios frentes. El apartado de las tecnologías de seguridad en los vehículos podría ser una de las principales bazas.
La Comisión Europea quiere incentivar algunas tecnologías ya maduras que son capaces de salvar vidas. La implantación obligatoria obligaría a los fabricantes a incluirlos como parte del equipamiento estándar de los vehículos, como ya ocurre con el ABS.
La nueva legislación sustituirá a la de 2009 y deberá ser aprobada en el primer trimestre de 2018 con el fin de que las normas sean obligatorias para los vehículos nuevos vendidos en la UE en 2019.
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