Los vehículos conectados mediante Internet de alta velocidad (4G, 5G) permitirán la implementación de un gran número de tecnologías que por sí mismo ya servirán para incrementar la seguridad vial. Además, allanarán el terreno para la llegada de los vehículos sin conductor.

Con la entrada en vigor del eCall obligatorio en todos los vehículos nuevos que se comercialicen en la UE a partir de la segunda mitad de 2018, la inclusión de una tarjeta SIM en los vehículos será algo común. Así surgen los vehículos conectados capaces de comunicarse con otros vehículos y con la propia vía.

La DGT ha convocado un concurso para proyectos de carreteras conectadas de 5,3 millones de euros. El proyecto tendrá una duración de dos años con una capacidad máxima de 2 millones de vehículos. La carretera deberá proporcionar una red local de acceso a datos (Internet) para todos los vehículos que circulen por ella.

Una red así permite que la carretera avise a todos los vehículos de la aproximación a un accidente con el fin de que tomen un desvío que evite el peligro y/o el correspondiente atasco.

Las carreteras conectadas no solo serán útiles en el ámbito de la seguridad vial, también en el de los sistemas de Info-entretenimiento del vehículo. Si un conductor está viendo una película online y atraviesa un túnel, no observará ningún tipo de corte. Algo parecido a lo que ocurre actualmente en los túneles que amplifican las emisoras de radio de la zona.

Proyecto INFRAMIX

Una de las principales ventajas de estas carreteras inteligentes es su preparación para los vehículos sin conductor. El proyecto INFRAMIX (Road Infraestructure ready for mixed vehicle traffic flows) permitirá testar la coexistencia entre los vehículos convencionales y automatizados.

Mediante INFRAMIX se diseñará, actualizara, adaptara y probara elementos físicos y digitales de las autopistas para automóviles sin conductor. Para ello se recurre a elementos físicos y digitales, como los que se implementarán en la Ronda Gerona de la AP7 (España). Un tramo de 20 km con cuatro carriles en el que se obtendrán datos detallados sobre la convivencia de vehículos autónomos y convencionales en condiciones reales de tráfico.