Tener un vehículo propio se esta convirtiendo en una autentica trampa fiscal, conforme el estado idea nuevas formas de cobrar impuestos a través de su posesión, utilización y "disfrute". Como si de un artículo de lujo se tratara, los vehículos ya pagan impuestos de adquisición (variables en función de su nivel de contaminación), para sacar el vehículo del concesionario tenemos que pagar otro impuesto, el de circulación (por el desgaste que provoca nuestro neumáticos sobre la calzada), después están los impuestos sobre los carburantes que pagamos a diario, del 46 por ciento. A eso hay que añadir, el coste por aparcar en los Parking públicos, el seguro obligatorio, los hasta 60 euros por 10 minutos de revisión en la ITV, y ahora el coste de utilizar las autovías...
El Ministerio de Hacienda tiene sobre la mesa un plan de pago por uso en las autovías elaborado en las últimas semanas por las principales concesionarias de autopistas, agrupadas en la patronal Aseta. El colectivo estima que el Gobierno recaudaría entre 8.000 millones y 12.000 millones anuales imponiendo peajes a todo tipo de vehículos. Pero esta vez se incorpora un programa de descuentos.
El Gobierno intenta no dar excesivos palos de ciego en la toma de una decisión que se antoja clave para las arcas públicas, y de gran calado político y social, como es la implantación de peajes en las autovías. Hacienda maneja desde hace unas semanas un informe elaborado por las concesionarias de autopistas en el que se desvela el impacto que tendría el copago en las carreteras de alta capacidad, hoy libres de tarifa. Las cifras son contundentes: el Estado podría recaudar entre 8.000 millones y 12.000 millones de euros anuales, una vez descontadas bonificaciones de 900 a 1.950 millones para penalizar lo mínimo el uso obligatorio del coche a conductores frecuentes. Esta última partida resulta la principal novedad respecto a anteriores propuestas.
Para camiones de más de 3,5 toneladas, se aconseja la aplicación de la directiva Euroviñeta, con precios de 0,129 euros de media por kilómetro. Con ello se recolectarían unos 3.000 millones de euros por ejercicio.
Para el resto, la tarifa por circular iría de 0,023 a 0,043 euros por kilómetro, lo que derivaría en ingresos de 6.200 a 11.100 millones anuales tras los descuentos. En este último caso se trataría de "peajes blandos", con precios por kilómetro hasta un 75% más baratos que las tasas aplicadas en las autopistas.
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