De ello es consciente la Asociación Mutua Motera, que durante el pasado fin de semana ha realizado unas jornadas de campo para la seguridad de los motocilistas en Madrid en la que los usuarios han recibido formación en tres ámbitos básicos: carretera abierta al tráfico, cerrada y circuito de habilidades con el objetivo de reducir los accidentes de tráfico y sus consecuencias. Los cursos se han celebrado en TEPESA (Brunete), y en el puerto de Canencia, en Miraflores de la Sierra, ya que “se trataba de enseñar a los usuarios a disfrutar de la moto en circunstancias reales siendo capaces de prever el riesgo y, si se genera una situación de peligro, les enseñamos a reaccionar y a salir de esta situación”, explica Juan Manuel Reyes, presidente de Mutua Motera.
La asociación, que cuenta con más de 22.000 asociados, puso en marcha estos cursos hace cinco años consciente de las deficiencias del sistema reglado de formación actual: “la gente no está cualificada para conducir de forma segura porque en las autoescuelas nos enseñan simplemente a superar un examen”, asegura Reyes.
“Los cursos pretenden suplir la deficiencia formativa que se obtiene de las autoescuelas que ponen a conductores en la calle que desconocen cómo reaccionar ante una incidencia, cómo rectificar y casi podríamos decir que hasta no saben cómo funciona físicamente una moto. Estamos ante un sistema de mínimos que autoriza a conducir en la vía”, añade Juan Carlos Toribio, coordinador de los cursos.