En 2010 la Comisión Europea publicó una propuesta para la “norma para la aprobación y vigilancia del mercado de vehículos de dos y tres ruedas y cuadriciclos” denominada “vehículos de categoría L” (L significa ligera). IMCO (Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor), el Comité del Parlamento Europeo encargado de la norma, adoptó su informe al final de 2011 y propuso una larga lista de enmiendas (FEMA reported earlier).
Por el momento la norma se está discutiendo en un diálogo a tres bandas - reuniones informales entre representantes del Consejo (que representa a los estados miembros de la UE), IMCO, y apoyado por la Comisión - con el fin de alcanzar una posición común ante el Parlamento Europeo como un voto en bloque de la propuesta. La votación plenaria no se espera que se celebre antes de octubre de 2012, pero IMCO y el Consejo están dispuestos a llegar a un acuerdo antes del verano. Si esto no sucede, entonces, un cambio en la Presidencia del Consejo, de Dinamarca a Chipre, podría causar retrasos adicionales.
Los motociclistas vencen en los planes para evitar las modificaciones del sistema de propulsión en las motocicletas de gran cilindrada
La comisión propuso inicialmente imponer a todos los vehículos de la categoría L (todo vehículo de dos y tres ruedas con un motor) “medidas designadas para evitar la modificación del sistema de propulsión del vehículo” (establecido en el artículo 18 [1]). Antes, normas similares sólo habían sido tomadas en cuenta para ciclomotores con velocidad y potencia restringida, scooters y motocicletas ligeras hasta una cilindrada de 125 cm3. La inclusión de todo tipo de motocicletas en el artículo 18 fue justificada por parte de la Comisión por razones medioambientales y de seguridad.
FEMA y sus miembros han criticado continuamente a la Comisión por intentar resolver un problema que en la práctica no existe. No hay datos que indiquen que las motocicletas modificadas contaminen más o que sean más propensas a estar involucradas en un accidente. Además, la Comisión no ha hecho nunca un intento por investigar la magnitud del problema [2]. Por lo tanto, esta propuesta ha creado una gran preocupación entre las organizaciones de motociclistas de Europa.
La especulación sigue siendo muy grande en cuanto a que precisamente estas “medidas destinadas a evitar las modificaciones” incluirían que la Comisión piensa desarrollarlas como parte de un acto delegado el cual no ha sido todavía redactado. Por tanto, los motociclistas estaban preocupados con razón acerca de un escenario donde los fabricantes tendrían que construir las motocicletas de manera que se evitase cualquier tipo de modificación por parte del usuario, excepto tal vez la sustitución de los retrovisores.
Incluso Wim van de Camp, motociclistas y miembro holandés del Parlamento Europeo (MEP), designado por IMCO como ponente de la propuesta legislativa, reconoció en el borrador de su informe “que dentro de la comunidad motociclista existe una cultura bien establecida sobre las modificaciones para mejorar el rendimiento de sus vehículos. Evitando las modificaciones se perjudicará a motociclistas cualificados."
Con el fin de garantizar que los motociclistas siguen siendo libres para reconstruir y modificar motocicletas, FEMA ha trabajado duro para convencer a todas las partes interesadas en excluir a las motocicletas del artículo 18 para que estas no se vieran afectadas por ninguna medida anti-modificación, independientemente de qué medidas sean definidas por la Comisión más adelante en actos delegados. Durante las conversaciones a tres bandas, después de largos meses de presiones y campañas por parte de las organizaciones nacionales de FEMA, Wim van de Camp informó a FEMA de un acuerdo entre IMCO y el Consejo para finalmente excluir probablemente a las motocicletas y sidecares sin restricción de potencia (las recientemente llamadas subcategorías L3e-A3 y L4e-A4) del artículo 18.
En el documento adjunto puedes leer el informe completo.