Con estas palabras rememoró ayer a SUR la concejala de Empleo y Bienestar Social, Encarnación Moreno, el «monumental susto» que se llevó el pasado martes a mediodía cuando conducía su motocicleta por la antigua N-340 en dirección a Maro.
Un conductor de origen británico, de unos 60 años, que circulaba en sentido contrario por el carril de la izquierda, en dirección a Nerja, la embistió y se dio a la fuga. Rápidamente, otro vehículo en el que viajaban dos policías nacionales que están de vacaciones en la localidad del Balcón de Europa emprendieron una persecución del conductor, hasta que lo alcanzaron junto a su domicilio, en la calle Úbeda.
Inmediatamente, dieron aviso a la Policía Local, que se personó en el lugar para proceder a su identificación. Tras practicarle la prueba de alcoholemia, en un primer test arrojó un resultado positivo de 0,35 miligramos por litro de aire espirado, y en una segunda prueba, 0,32 miligramos. En ambos casos se trata de una infracción administrativa, por conducir bajo los efectos del alcohol, rebasando el límite máximo establecido de 0,25 miligramos por litro de aire espirado. Además, en las diligencias policiales se le imputa un presunto delito de omisión del deber de socorro, al haber huido del lugar del accidente sin atender a la víctima.
La concejala solo sufrió algunos rasguños y hematomas en el cuerpo, y tras pasar varias horas en observación de Urgencias del Hospital Comarcal de la Axarquía recibió el alta. De hecho, ayer acudió con normalidad, aunque algo dolorida en una de sus piernas y en los glúteos, a su puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Nerja, donde el suceso del que fue protagonista fue el gran tema de conversación entre los empleados, concejales y cargos de confianza. «No me mató de milagro, aún no sé cómo estoy viva», expresó la concejala, que apoyó a mediodía una concentración en el Balcón de Europa de la asociación de discapacitados El Taller de la Amistad, que reclama una deuda de 147.000 euros a la Junta de Andalucía para su centro ocupacional y de empleo. «Solo pensaba en mis hijos. Cuando me vi en el suelo y me di cuenta de que me podía mover, suspiré por ellos», añadió.
Curiosamente, la motocicleta de 125 centímetros cúbicos que conducía al mediodía del pasado martes, cuando ocurrieron los hechos, a la altura del hotel Los Arcos, junto a la rotonda de Capistrano, la acababa de adquirir junto a su marido, que la sacó del concesionario el pasado viernes. «No he podido tener más mala suerte, porque llevábamos tres días con ella, y era la primera vez que la cogía yo», confesó Nuchi Moreno.
Vehículo recién adquirido
«Bueno, lo más importante es que no te ha pasado nada grave y que estás bien», le dijo el jefe de prensa del Ayuntamiento de Nerja, Antonio Gallardo, en compañía de la concejala de Protección Civil y Residentes Extranjeros, Inocencia Quintero (PP). «Además, con el seguro del otro vehículo te dan para compraros otra moto, porque estaba nueva», le añadieron estos compañeros de trabajo.
Lo cierto es que no es la primera vez que un conductor británico conduce su vehículo a contravía en las inmediaciones de Nerja, donde numerosos vecinos denuncian que estos residentes foráneos suelen despistarse al salir de los cruces y de las rotondas, incorporándose al carril izquierdo, tal y como se conduce en su país de origen. De hecho, hace varios años y en una zona muy próxima a donde sufrió el pasado martes el accidente la concejala de Empleo de Nerja, ocurrió otro suceso similar pero de mayor gravedad, en el que resultaron heridos varios ocupantes de dos vehículos.
Fuente:
DiarioSur,
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