La mujer que quedó parapléjica como consecuencia del accidente es una asturiana casada con el conductor de la moto. Los caballos que provocaron el accidente irrumpieron en una carretera de Reinosa en Cantabria.
Aunque el accidente ocurrido el 1 de julio de 2008, la mujer no ha podido recibir una indemnización debido a que la aseguradora se negaba a pagar los intereses, lo que elevaba la cifra hasta los dos millones de euros.
La motorista sufre una gran invalidez que hace necesario el uso de grúa domiciliaria, silla de ruedas manual y eléctrica, y que haya tenido que adaptar su vivienda y el vehículo. El abogado del matrimonio, el ovetense Gonzalo Botas González, exigió responsabilidades por el accidente tanto a los propietarios de los caballos, los hermanos M.T. y C.T., como a las compañías aseguradoras de los animales y la motocicleta. El millón de euros que fue fijado inicialmente como indemnización por las graves secuelas sufridas no fue cuestionado por las partes personadas en la causa.
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