Las tendencias en la motivación de los compradores de
vehículos las detectan las marcas como por dotes adivinatorias. En el mundo del
automóvil, ya hace años que se recalcan en los anuncios publicitarios las
excelencias en rendimiento y consumo de sus vehículos, junto a las mejoras de seguridad
y equipamiento.
Esa tendencia, aunque con retraso, comienza a llegar al
mundo de las dos ruedas. Sorprendentemente cuando miras las características de
una moto en cualquiera de las revistas del sector, no se indican los datos de
consumo, y hay que hacer malabares para conseguir esa información. La falta de
datos debemos adjudicársela a que las grandes marcas aún no utilizan de forma
generalizada los consumos para sus campañas publicitarias. Y tal vez con razón,
pues sus deportivas suelen gastar más que un automóvil de tamaño medio.
Sin embargo, con la rampante crisis del petróleo esa
tendencia comienza a cambiar, y los consumidores, a la hora de decantarse por
la compra de un nuevo vehículo, no solo valoran las prestaciones y la estética,
sino que el consumo de combustible se ha convertido en un importante factor a
tener en cuenta. Especialmente si el vehículo va a ser destinado a un uso
eminentemente práctico, para la conducción diaria en ámbitos urbanos. Debido al
aumento del costo de la gasolina, los clientes no solo son más cuidadosos
acerca de este punto, sino que incluso comienzan a decantarse por la compra de
tecnologías alternativas al motor de combustión como los scooter eléctricos.
Entre las marcas que comienzan a esgrimir su eficiencia como
motivo de venta se encuentra Honda, que está implantando el sistema
Star&Stop en sus scooter, así como la inyección directa de combustible,
logrando reducciones del consumo de hasta un 30%. Por ejemplo el motor de la
Scoopy SH125i ha sido rediseñado y ahora emplea la tecnología eSP (enhanced
Smart Power) de baja fricción, lo que, sumado al Idle Stop (sistema automático
de parada al ralentí), permite obtener un consumo de combustible tan bajo como
2,1 l. / 100 Km., o lo que es lo mismo, una autonomía de hasta ¡355 Km. con el
depósito de 7,5 litros!
También BMW con el motor bicilíndrico de 800 cc que equipa
su gama F800 consigue cifras próximas a los 4 litros a los cien. Los ingenieros
saben que para bajar los consumos en las motos de gran tamaño tienen que implantar
motores con cilindros de mayor capacidad. A mayor capacidad por cilindro más
par motor y menos revoluciones (menos consumo) son necesarias para mantener la velocidad o para
acelerar. En definitiva, lo que a la hora de probar una motocicleta calificamos
como motor “lleno”. De ahí que las marcas se han decantado por fabricar este tipo
de motores para los modelos enfocados a su vertiente más práctica, aunque
siguen fabricando los “molinillos” para las deportivas. Un ejemplo que imita
las características de la mecánica de BMW es HONDA, con el nuevo motor de la
NC700S/X. Un motor que sin duda veremos en futuros modelos de la marca con un
simple aumento de cilindrada ¿1000 – 1200?.
Piaggio tampoco se
quiere queda atrás en esta nueva guerra de cifras de consumo, y anuncia para su
modelo LX 125 un gasto de tan solo 1,7 l./100 km., lo que demuestra los grandes
progresos que se está haciendo en este campo. O más recientemente Suzuki Motor
Corporation, que ha decidido subirse al carro de los que muestran la eficiencia
de sus modelos y, junto con los datos técnicos, ofrecerá también los de consumo
de carburante.
Para la estimación de consumos Suzuki sigue el procedimiento
WMTC (motocicleta Cycle World Test), que tiene en cuenta los diferentes tipos
de vía urbana, suburbana y autopista, así
como el modo de conducción. El procedimiento WMTC se caracteriza por paradas
frecuentes, fuertes aceleraciones y velocidades próximas a los límites de cada
tipo de vía, por lo que es de los más representativos en cuanto al consumo real
de una motocicleta en su utilización diaria.
Aunque hay que tener en cuenta que estas pruebas se realizan
en una motocicleta con el peso estándar, sin ningún equipamiento adicional, por
lo que la adicción posterior de maletas, baúles, defensas y demás equipamiento,
contribuirá a aumentar las cifras oficiales de consumo.
Además hay que tener en cuenta que los datos de consumo de
los fabricantes siempre están lejos de los reales, que dependerán de diferentes
factores imposibles de predecir a priori: Desgaste del vehículo con los km,
presión de los neumáticos, nivel de mantenimiento de la moto, estilo de
conducción, estado de los neumáticos, la altitud a la que se circula, la
climatología, las condiciones del tráfico, la presencia de pasajero y/o
equipaje, y un sinfín de factores que solo contribuyen en una dirección, ¡incrementar
el consumo de combustible!
En cualquier caso, con esta iniciativa Suzuki demuestra que
una nueva tendencia se está imponiendo en el mercado a la hora de vender una
motocicleta. Es responsabilidad nuestra, de todos los moteros y de los medios
de la prensa especializada, el presionar para que exista una mayor
transparencia a la hora de mostrar las cifras de consumo.
Solo comprando aquellas motocicletas que demuestren ser las tecnológicamente
más eficientes del mercado conseguiremos que las cifras de consumo sigan su
tendencia bajista. Y para los que buscan aún menores gastos diarios, siempre
queda la opción de las motos eléctricas o de las cada vez más cercanas, motos
de H2.
EL DATO: El modelo de Suzuki que tiene el rendimiento más
eficiente desde el punto de vista de consumo de carburante, es la nueva Inazuma,
protagonista en EICMA en el Stand Suzuki y capaz de viajar con 3,3 l./100 km.
Por el contrario, como era de esperar, la moto que tiene un consumo de
combustible más alto es la GSX-R750, con 5,1 l./100 km., aunque en circuito
consume ¡algo más!