La dirección de Bridgestone ha propuesto a los sindicatos, durante la negociación del nuevo convenio colectivo 2013-2018, una congelación del sueldo para ese periodo que, unido a reducciones en los diferentes pluses, se traducirá en una bajada salarial "muy dura", de entre el 20 y el 25%, según los primeros cálculos de los representantes de los trabajadores.
Así se lo ha trasladado a Europa Press el presidente del comité de empresa de la planta que la multinacional japonesa tiene en Puente San Miguel (Cantabria), José Luis Bustamante, que ha explicado que el planteamiento de la dirección pasa por una congelación y reducción del salario del 10%, porcentaje que solo se abonará si se cumplen los objetivos marcados, ha puntualizado.
Además, Bridgestone prevé reducir un 75% los pluses por nocturnidad, fines de semana y festivos, y congelar las retribuciones por antigüedad, que se mantendrán así en las percepciones que se cobraban a 31 de diciembre de 2011, fecha en la que finalizó el último convenio colectivo.
Asimismo, la dirección ha propuesto a los sindicatos aumentar la flexibilidad de la jornada del 10% que marca la ley al 15%, que supone pasar de 20 a 30 días que la empresa puede emplear "a su antojo", reclamando o prescindiendo de mano de obra en función de la producción.
De igual modo, pretende aplicar en "todos" los turnos 1.752 horas de trabajo, lo que en resumen supone "trabajar más horas y cobrar menos dinero", ha expresado Bustamante, para quien la oferta de Bridgestone es "infumable".
La planta de Puente San Miguel cuenta en la actualidad con 409 empleados, tras los 81 despidos con que cerró el año a raíz del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que preveía 117 bajas en un principio.
En total, la compañía despidió en diciembre a 327 trabajadores de sus cuatro plantas ubicadas, además de en Puente San Miguel, en Burgos, Basauri y Usánsolo.