Juan Carlos, cuéntanos cómo fue el “despido”
«La Guardia Civil me ha abierto un expediente por pérdida de condiciones psicofísicas por inaceptación a Cuerpo, el expediente lo tenían parado y sin notificarme la resolución final. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid saca una resolución donde se comprueba que me da la razón en cuanto a que los Guardias Civiles sí pueden participar en organizaciones sociales sin ánimo de lucro, incluso en cargos directivos. A los pocos días (el 26 de abril) me notifican mi pérdida absoluta de condiciones para el servicio, y además lo hacen con adjetivo calificativo muy concreto: “inútil”. Me hubiera gustado que se lo hubieran ahorrado, pero está ahí, y lo han hecho para hacer daño. Al principio sí hace daño, luego te das cuenta de que tienes que seguir siendo un inútil, y decides que vas a seguir siendo un inútil».
¿Es recurrible?
«Sí. Hay un recurso que se puede hacer pero que no serviría para absolutamente nada. También otro en el Tribunal Superior de Justicia donde sí podría existir alguna posibilidad de que llegara a buen término. Aún no sabemos qué línea vamos a seguir en nuestra estrategia, si intentamos que me reincorpore al Cuerpo implicaría que tendrían que reconocer el acoso laboral constante al que he sido sometido antes de trabajar en organizaciones sociales y después».
¿Te han despedido por luchar por defender a los ciudadanos contra los peligros en las carreteras?
«Sí. Yo ya he caído, es un efecto colateral de una lucha. Es una parte normal en cualquier tipo de lucha. Pero que yo haya caído no es representativo para saber si vamos a ganar o no, estoy convencido de que esta lucha la ganamos, pero la ganamos todos. Es una lucha por los derechos, por la dignidad, por que se respete la Constitución, por que no haya discriminación hacia los motoristas ni en activa ni en pasiva. La discriminación empieza desde el momento que te están poniendo una barrera de seguridad metálica que está comprobado que mata a un grupo determinado de usuarios como motoristas y ciclistas. Además por omisión, por que una vez se realiza la acción de colocar la barrera se omite el protegerla debidamente».
¿Qué le dirías a los moteros para que se unan a esa lucha?
«Juan Carlos Toribio es uno más que está en la lucha, que intenta hacer las cosas lo mejor posible. Queremos el mundo de la moto como lo queremos, porque somos tremendamente emocionales y románticos, por muy duros y aventureros que nos vean, eso es mentira. Y eso nos convierte en un grupo o colectivo social especial. Yo he llevado la lucha hasta prácticamente las últimas consecuencias. Sé que después de esto hay futuro. Mi futuro desde pequeño era el mundo de la moto, yo me metí a Guardia Civil porque había motos, si no las hubiera habido me hubiera metido a Médicos sin Fronteras, pero con moto».
Continúa leyendo en SoyMotero.net