Los hechos ocurrieron cuando el acusado, un joven estudiante, conducía el vehículo de su abuelo. El propio acusado reconoce que vio a un grupo de ciclistas a unos 200 metros mientras conducía por una vía en buen estado. En un momento dado, oyó un ruido en el interior de su automóvil que le hizo girar la cabeza para comprobar que se trataba de su mochila que había caído del asiento del copiloto al suelo del vehículo. Cuando el conductor volvió a mirar a la carretera se encontró directamente con los ciclistas.
Según la sentencia la causa del accidente fue una distracción de 2 a 3 segundos del acusado, debido al ruido que produjo la mochila al caer desde el asiento del copiloto.
La magistrada del Juzgado de lo penal número 2 de Lleida, puntualizó que la prueba de detección alcohólica o de drogas a la que se sometió voluntariamente el acusado dio negativo.
Fuente: Europa Press