A pesar de que lleva años proclamándose como la "próxima gran revolución" todavía hay un gran escepticismo sobre la posibilidad de que las modernas baterías implantadas en los actuales coches y motos eléctrico logren algún día hacer viable el transporte limpio y eficiente que promete este tipo de vehículos.
Esto es debido en gran medida a su limitada autonomía, resultado de las pesadas baterías, cuya densidad de potencia no tiene ni punto de comparación a la de un depósito de gasolina. El mayor conjunto de baterías (de última generación) que se instala actualmente en un automóvil eléctrico apenas si almacena una energía equivalente a la que poseen 2,5 litros de gasolina, y eso, en una masa de "tan solo" 450 kg que cuesta unos 30.000 €. Así se explica que las autonomías máximas ronden los 150 km, aunque en condiciones de conducción reales suelen ser inferiores. Y lo peor son los tiempos de repostaje, en los que hay que echarse a dormir, pues duran como poco de 6 a 8 horas.
Las células de combustible de hidrógeno podrían ser la solución de la movilidad sostenible. Aunque aún no han llegado a la etapa industrial de la producción en masa, podría decirse que ofrecen grandes posibilidades a largo plazo. La célula de combustible utiliza reacciones químicas para convertir el hidrógeno (almacenado en un depósito) directamente en electricidad (que va al motor) y vapor de agua que se expulsa por el tubo de escape con una pureza tal, que podría beberse. Este sistema es algo más complejo al de una batería de iones de litio, pero ofrece una mejor relación peso-potencia y puede ser reabastecido simplemente agregando más hidrógeno en una operación equivalente a la de repostar gasolina.
Estas claras ventajas han llevado al gobierno británico a anunciar un proyecto para investigar las posibilidades de convertir el potencial del hidrógeno como combustible en una realidad. De este moto ha anunciado recientemente su proyecto H2Mobility con el que investigará el potencial del hidrógeno como combustible de automoción, incluidos los problemas de instaurar una nueva infraestructura de abastecimiento de combustible en forma de gas comprimido a alta presión (más de 700 atmósferas). El hidrógeno es el gas más ligero del universo por lo que almacenarlo presenta importantes desafíos. No se puede transportar en camiones cisterna (mantenerlo licuado a -273º C es caro y en cuanto sube un grado, comienza a evaporarse produciéndo grandes pérdidas), tampoco en depósitos de ultra-alta presión que son caros, pesados y que no podrían transportar grandes cantidades. El hidrógeno es capaz de atravesar gruesas capas de acero como si fuera papel, por lo que tampoco puede almacenarse en depósitos subterráneos tan fácilmente como la gasolina. Lo más probable, es que una economía basada en el hidrógeno, de lugar a una red de tuberías especialmente concebida para transportar hidrógeno entre las hidrogenaras y que incluso podría utilizarse para la calefacción central en las viviendas, como ya prueban de forma piloto en Japón.
Varias empresas pioneras se han inscrito para compartir sus conocimientos y experiencia, incluida Intelligent Energy, que ha sido pionera en la utilización del hidrógeno en motocicletas con pilas de combustible y que está vinculada con Suzuki.
El ministro de economía británico Marcar Prisk dijo: "Los vehículos de pila de combustible de hidrógeno son cada vez más reconocidos como una de las opciones más plausibles a medida que avanzamos hacia un futuro con menores emisiones de carbono. Son muy eficientes, pueden repostar en cuestión de minutos, su autonomía es equivalente a la de un motor de combustión convencional, y tienen cero emisiones en el tubo de escape".
"H2Mobility reunirá a expertos de la industria para establecer al Reino Unido como un serio contendiente mundial en la fabricación y el uso de los vehículos de pilas de hidrógeno y de infraestructuras de apoyo."
Dr. Henri Winand, director ejecutivo de Intelligent Energy, dijo: "El Reino Unido es un uno de los innovadores de la industria al iniciar el nuevo proyecto H2Mobility. Su objetivo consiste en asegurarse de que el Reino Unido estará bien posicionado para el despliegue comercial de los vehículos de pila de combustible de hidrógeno a partir del 2014 -2015. Tanto los vehículos de pila de combustible, como la tecnología de almacenamiento y reabastecimiento de combustible ¡son ya una realidad! Ahora tenemos que ver cómo podemos hacer que estos elementos, junto con la infraestructura de repostaje de hidrógeno, funcionan de la forma más eficaz para que el Reino Unido pueda tomar ventaja de las virtudes del hidrógeno como combustible para el transporte, estimulando la inversión interna, el crecimiento del PIB y garantizando la creación de nuevos puestos de trabajo."
Y yo me pregunto, ¿a qué espera el gobierno de España para implantar un proyecto similar? ¿Esperaremos a que inventen ellos?