Los automóviles autónomos parecen cada día más próximos, pero poco se ha oído hablar de las motos autónomas. Su complejidad tecnológica es aún mayor, pues a la función de conducir de manera autónoma entre el impredecible tráfico hacia un destino prefijado, le debes sumar el hecho de mantener el equilibrio sobre dos ruedas, incluso en parado.
A pesar del desafío el equipo de LastMileRobotics ven mucho potencial en este tipo de vehículos, que al ser sin conductor podrían tener una anchura francamente reducida. Construir un servicio de mensajería robótica, ofreciendo ahorro de costes e incremento de la eficiencia esta entre sus objetivos.
Aunque Amazon, UPS y otros ya utilizan ensayos de reparto de paquetería con drones, su utilidad está limitada por las leyes de protección aérea de las ciudades. En ese sentido el suelo parece más seguro y fácil, legalmente hablando.
Los robots TWILL podrían ser la solución para un gran número de empresas. Son vehículos muy delgados, que circulan sobre dos ruedas, y que pueden evitar un gran número de obstáculos, como bordillos de las aceras, baches, etc.
Esperamos ver un primer prototipo en breve. Mientras queda en el aire la propuesta de Bill Gates (fundador de Microsoft), de que lo robots paguen impuestos para equiparar su labor a la de los demás obreros que de otro modo se encontarían en desventaja competitiva.
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