El programa se iniciará en Saitama City en Japón con unidades del modelo de Yamaha para los mercados asiáticos E-Vino. Un modelo que permite el intercambio de baterías como forma de solventar el problema de la falta de autonomía de los scooter eléctricos.
Lo que convierte en verdaderamente interesante a este proyecto, es que ambos fabricantes persiguen la creación de un modelo universal de baterías intercambiables que se pueda utilizar por todo tipo de motocicletas y scooter.
Una idea así podría revolucionar la industria de las dos ruedas, pero es necesario que se desarrolle adecuadamente, con un estudio previo en condiciones reales de utilización. Por ello el modelo elegido inicialmente es un ciclomotor con una mecánica eléctrica equivalente a la de una 50 cc y prestaciones poco llamativas.
Es de esperar una evolución del proyecto piloto con modelo intermedios de mayor potencia y con baterías de mayor capacidad. Si los cuatro grandes fabricantes japoneses revolucionaron el mundo de la moto en los años 60, podrían volver a repetir la hazaña en nuestros días. Solo tienen que ponerse de acuerdo en el formato de batería más ventajoso para todos.
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